26 Jul 2016

Muchos son los materiales de moda que inundan el interior de las viviendas en forma de lámparas, sillas o encimeras de cocina. Materiales como la madera, el cobre, el oro, la plata, el mármol o la pizarra, pueden aportar un plus decorativo al hogar. No obstante, siempre es necesario saber cómo mantenerlos, pues cada uno cuenta con características diferentes y con el paso del tiempo pueden llegar a perder su lustre inicial.

Mantenimiento del cobre, tendencia absoluta.

 

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El cobre ha ganado protagonismo en los últimos años, quizá por el auge de los ambientes industriales o los de estilo retro. Sí, es un material versátil que se adapta a cualquier tipo de decoración, por ejemplo en lámparas de cobre, pero, además, es un material que necesita mantenimiento.

Se debe lavar la pieza de cobre en cuestión usando agua caliente y jabón. Como en el caso del acero, es mejor no usar estropajos, servirá una esponja o un trapo de tela suave. Lo más importante es enjuagar bien, para que no queden restos de jabón, y secar inmediatamente con un paño limpio y seco. Además, para dar brillo, el vinagre es una buena solución, aunque también le irá muy bien un limpiador de metales.

Como limpiar la plata, el oro o materiales de imitación

Los objetos de plata y oro pueden verse envejecidos con el tiempo. Si bien es cierto que hay remedios como el agua con bicarbonato, en el caso de que necesites realizar una limpieza más profunda, o que la plata esté ennegrecida, es mejor utilizar un limpiador específico para la plata.

 

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Es posible encontrar piezas de metal chapado, pero con acabados en cualquier tono metálico, como el oro, latón, plata, bronce o cobre. En estos casos, estamos anteobjetos hechos con acero y que se bañan posteriormente con una pequeña capa para darle ese efecto. Por tanto, las propiedades de los mismos no son los de una pieza de metal original, siendo mantenimiento y limpieza diferentes. Usa únicamente agua y jabón y seca la superficie con un paño o lienzo de algodón.

Cuida el acero inoxidable

El acero inoxidable es un material que se usa cada vez más en interior. Al principio, lo veíamos en elementos de la cocina como el horno, la nevera, los fregaderos o en las campanas decorativas. No obstante, con el tiempo, el acero inoxidable se ha extendido a otros campos como mobiliario e incluso encimeras de cocina.

Es un material resistente y con una apariencia metálica que lo posiciona como una opción perfecta para los ambientes más modernos. Para su mantenimiento es imprescindible saber que, aunque es un material resistente al paso del tiempo, puede rayarse con facilidad. Por tanto, hay que evitar estropajos o cepillos de alambre. Además, es conveniente limpiarlo a diario, de esta forma, los restos de comida o cal no se incrustarán y no será necesario frotar para eliminarlos.

 

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Aunque en el mercado hay un sinfín de tratamientos antihuellas para superficies de acero inoxidable, puedes crear remedios caseros, por ejemplo, con agua y jabón. El jabón, preferiblemente el que usamos para limpiar los platos, es un gran desengrasante. Además, si buscas un remedio más “natural”, crea una solución con agua y vinagre. Recuerda siempre secar bien las superficies para evitar reflejos molestos.

Cuida tus superficies de mármol

El mármol se encuentra en encimeras, en suelos o en paredes. Es un material realmente hermoso y duradero. No obstante, no hay que olvidarse de que se trata también de un material poroso, por tanto, absorberá los líquidos creando manchas muy fácilmente. Así, para mantener limpio y reluciente el mármol, es crucial actuar rápidamente. Cuanto más tiempo pase, más se incrustará la suciedad y será más difícil eliminarla de esta piedra natural.

 

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En el mercado puedes encontrar productos exclusivos para la limpieza de estas superficies, pero, nuevamente, también hay remedios caseros sin muchos ingredientes. El mejor método es usar una esponja con agua y jabón. No obstante, si las manchas son muy profundas, el vinagre y el agua darán mejores resultados. Hay que añadir que, en el caso del mármol, el agua destilada es más conveniente. Es un producto fácil de encontrar, asimismo, no deja ni manchas, ni marcas de gotas.

Superficies de madera brillantes

La madera es uno de los materiales más elegantes dentro de la decoración de interiores. Normalmente usado en muebles como mesas y sillas, pero también en encimeras, en suelos e incluso en revestimientos. No obstante, la madera es delicada. Sí, la mayoría de estas superficies están correctamente tratadas para que puedan aguantar tiempo sin problema, pero, aun así, es un material que hay que cuidar. Para empezar, puedes usar aceite de almendras, que es muy útil en estas superficies.

 

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El aceite de almendras repara la madera apagada suavizando la superficie. Aportará, además, brillo y protegerá tus muebles durante un tiempo. Hay que destacar que el aceite de almendra es mejor usarlo en muebles pequeños o medianos, como mesas, aparadores o sillas. No obstante, también puedes aplicarse para abrillantar suelos y superficies más grandes, mezclando un poco de aceite de almendras con agua.

Para los suelos de madera natural, tan sólo tendrás que mezclar agua tibia con vinagre blanco y unas cuantas gotas de árbol del té. Usa un pulverizador y humedece la madera del suelo. Luego pasa la mopa poco a poco, conseguirás eliminar la suciedad y darle brillo. Si la madera es barnizada, utiliza un aceite renovador para limpiarla y cuidarla.

Protege tus superficies de pizarra

 

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La pizarra en exteriores ha sido tendencia durante mucho tiempo, a día de hoy también. Material resistente, buen aislante térmico e impermeable, pero, nuevamente, poroso. Así, el principal problema con el que nos encontrarnos es que, si no sabemos tratar bien la pizarra, las losas pueden empezar a blanquear con el paso del tiempo perdiendo su color original. Lo más importante es protegerlo, para ello usa un sellador de pavimentos. Además, también es interesante el uso de ceras plásticas para poder dar brillo a estos suelos, tanto en exterior como en interior.

Acaba con las manchas en el terciopelo

 

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El terciopelo ha vuelto a nuestras vidas en forma de tapizados, cojines e incluso colchas. Un material de los de siempre, pero que también es necesario saber tratar. Para limpiar la tapicería de terciopelo, será útil la aspiradora, tomando, eso sí, el accesorio de cepillo. Es necesario aspirarlo una vez a la semana.

En el caso de que caiga algún líquido, debes limpiarlo lo antes posible. Toma un paño o un trozo de papel y seca con suavidad la zona. Crea un remedio casero con zumo de limón y bicarbonato. Mezclando estos dos ingredientes y cubriendo la mancha, tras unos minutos, al retirarlo suavemente, verás que la mancha poco a poco va desapareciendo.

 

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